Pr\u00e9stamos con Aval: \u00bfUna Opci\u00f3n Viable para Ti?

Pr\u00e9stamos con Aval: \u00bfUna Opci\u00f3n Viable para Ti?

En un entorno económico cada vez más competitivo, acceder a un crédito puede convertirse en un desafío. Los préstamos con aval ofrecen una alternativa interesante, pero requieren analizar con detalle sus implicaciones antes de tomar una decisión.

¿Qué es un préstamo con aval?

Un préstamo con aval es un producto financiero que involucra a un tercero –el avalista– quien se compromete a responder por la deuda en caso de impago. Esto convierte al aval en una especie de seguro de responsabilidad adicional para la entidad prestamista.

El avalista puede ser una persona física o jurídica, cuyas garantías patrimoniales respaldan el crédito. Si el prestatario no cumple, el avalista asume la deuda

Tipos de avales

Dependiendo de la naturaleza del respaldo, distinguimos varias modalidades:

¿Cuándo necesitas un aval?

Los bancos suelen solicitar aval cuando consideran que la situación financiera del prestatario no es suficientemente sólida. Algunos escenarios comunes son:

  • Contrato laboral temporal o inestable.
  • Ingresos bajos o variables.
  • Cuota mensual que supera el 35% de los ingresos.
  • Préstamo superior al 80% del valor de tasación de la vivienda.

Requisitos y documentación

Para ser avalista, es imprescindible demostrar solvencia acreditada sin cargas y presentar:

  • DNIs del prestatario y avalista.
  • Últimas nóminas y declaraciones de la renta.
  • Certificados de propiedad en avales reales.
  • Contrato de aval detallado y firmado.

Una relación previa con la entidad financiera puede agilizar el proceso y reducir comisiones.

Costes y comisiones

Los préstamos con aval bancario suelen incorporar:

  • Comisión por emisión, entre el 0.5% y el 2% anual.
  • Gastos de tasación y notariales en avales reales.
  • Costes de mantenimiento y posible cancelación anticipada.

Estos costes pueden incrementar el importe total a devolver, por lo que conviene compararlos con otras opciones.

Ventajas de optar por un aval

Solicitar un aval puede resultar beneficioso cuando:

  • Se requiere financiación que de otro modo sería denegada.
  • Se busca un tipo de interés reducido gracias a menor riesgo para el banco.
  • Es necesario acceder a importes elevados rápidamente.

Riesgos y cómo minimizarlos

El principal desafío recae sobre el avalista, cuya responsabilidad patrimonial total y sin límites queda expuesta.

  • Si el prestatario falla, el avalista asume intereses, recargos y posibles costas judiciales.
  • La capacidad de endeudamiento del avalista queda comprometida.
  • Es complicado liberar el aval sin sustituir la garantía original.

Para mitigar riesgos, se recomienda limitar el importe avalado y negociar cláusulas de cancelación anticipada.

Alternativas al aval tradicional

Existen mecanismos que facilitan o sustituyen el aval:

  • Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) para pymes y autónomos.
  • Plataformas de crowdlending y fintech con requisitos más flexibles.
  • Hipotecas multidividendo o seguros de impago para avalistas.

Casos reales y testimonios

María, pequeña empresaria de Valencia, solicitó un aval a través de una SGR para ampliar su taller. Gracias a ello obtuvo mejores condiciones y acceso a financiación inusual para su perfil.

En Madrid, Pablo actuó como avalista para su hermano. Cuando éste perdió estabilidad laboral, Pablo afrontó la deuda e inició una negociación para reestructurar el préstamo.

Estos ejemplos muestran la importancia de informarse y acordar límites claros antes de firmar.

Recomendaciones para protegerte

Antes de comprometerte como avalista o solicitante, sigue estos consejos:

  • Revisa exhaustivamente el contrato con un asesor jurídico.
  • Limita la cuantía y duración del aval.
  • Considera pólizas de seguro de protección de pagos.
  • Explora alternativas como SGR o plataformas digitales.

Conclusión

Los préstamos con aval pueden ser una vía de acceso a financiación para quienes no cumplen requisitos tradicionales, siempre que se evalúen riesgos y beneficios.

Actuar con prudencia, informarse bien y negociar condiciones claras es esencial para que esta herramienta resulte verdaderamente viable y segura.

Por Maryella Faratro

Maryella Faratro