En la última década, los mercados emergentes han demostrado ser motores fundamentales de la economía global. Países de Asia, África, América Latina y Oriente Medio están experimentando transformaciones profundas, marcadas por inversión extranjera, modernización industrial y una rápido crecimiento económico e industrial que les permite posicionarse como protagonistas en el comercio mundial. Con pronósticos que superan en promedio a las economías avanzadas, estos territorios ofrecen un escenario dinámico repleto de oportunidades y desafíos.
¿Qué son los mercados emergentes y por qué importan?
Los mercados emergentes se definen como naciones en proceso de industrialización y desarrollo acelerado, alejándose de una economía tradicional basada en la agricultura para adentrarse en sectores manufactureros, tecnológicos y de servicios modernos. Esta transición, impulsada por reformas estructurales, políticas de apertura y una población joven en ascendencia, ha sido clave para propiciar un entorno alto potencial de inversión a largo plazo.
Para el año 2050, se estima que alrededor del 85% de la población mundial residirá en estos países, lo que significa una enorme masa de consumidores con necesidades de vivienda, tecnología, educación y salud. Además, se prevé una inversión en clima por valor de 23 billones de dólares destinada a infraestructura, energía y transporte sostenible, consolidando un enfoque de crecimiento alineado con la sostenibilidad ambiental.
Perspectivas de crecimiento macroeconómico
Las proyecciones para 2025-2027 confirman que los mercados emergentes mantendrán un ritmo superior al de las economías desarrolladas. Excluyendo a China, se espera un crecimiento promedio del 3,3% en 2025 y del 3,7% en 2026. En contraste, Estados Unidos y la zona euro proyectan crecimientos del 1,6% y 1,2% respectivamente para ese mismo período.
China, por su parte, presentaría un incremento del 4,5% en 2025 y 4,2% en 2026, con variaciones según la fuente. India y Vietnam podrían superar el 6% anual, mientras que África Subsahariana y Medio Oriente/Norte de África rondarían entre 3,7% y 6,2%. América Latina y el Caribe proyectan una recuperación gradual, situándose en torno al 2,7% en 2025 y escalar al 3,9% para 2027.
Panorama regional destacado
Analizar las características y expectativas por región ayuda a comprender las particularidades de cada mercado emergente. A continuación, se presentan los datos estimados para 2025 junto con detalles clave que ilustran las fortalezas y áreas de atención de los principales actores emergentes:
Estos ejemplos reflejan cómo la diversificación económica y la innovación tecnológica convergen para generar nuevas oportunidades en sectores estratégicos.
Factores impulsores del crecimiento
Detrás de las cifras macroeconómicas, existen tendencias y características que explican la sostenibilidad de este avance. Tres elementos destacan especialmente:
- Crecimiento demográfico y auge de la clase media: Una población joven y con poder adquisitivo creciente impulsa la demanda de bienes y servicios.
- Industrialización y digitalización aceleradas: Los gobiernos y empresas destinan recursos a modernizar infraestructuras y fomentar el desarrollo de talento tecnológico.
- Apuesta por la diversificación económica: Se reduce la dependencia de materias primas al fortalecer manufactura, servicios y sectores de alto valor añadido.
Estos motores actúan en sinergia, generando un efecto multiplicador en la productividad y atrayendo capitales extranjeros que buscan rendimientos superiores.
Oportunidades para inversionistas y empresas
El entorno de los mercados emergentes ofrece un escenario propicio para quienes buscan expandir operaciones, diversificar carteras o participar en proyectos de infraestructura y sostenibilidad. Entre las principales oportunidades se encuentran:
- Proyectos de infraestructura verde y sostenible: Energías renovables, transporte limpio y urbanismo inteligente.
- Mercados de consumo masivo: Bienes de consumo duraderos, vivienda, salud y educación privada para una nueva clase media.
- Cadena de suministro global: Relocalización de plantas y búsqueda de menores costos laborales sin sacrificar calidad.
Para capitalizar estas oportunidades, las empresas deben combinar adaptabilidad cultural y tecnológica como ventaja competitiva, estableciendo alianzas locales y adoptando enfoques flexibles según cada mercado.
Retos y riesgos estructurales y globales
Aunque el panorama es alentador, persisten desafíos que requieren atención y planes de contingencia rigurosos. Entre los principales riesgos destacan:
- Volatilidad política y económica: Cambios de gobierno, crisis fiscales y fluctuaciones monetarias pueden afectar la estabilidad.
- Regulación y barreras logísticas: Infraestructura en desarrollo, marcos regulatorios inciertos y falta de conectividad.
- Desigualdades internas: Riesgo de que el crecimiento no sea equitativo, generando tensiones sociales y brechas de desarrollo.
Además, la exposición a variables externas como tensiones comerciales, variaciones en tasas de interés internacionales y la evolución del dólar puede condicionar los flujos de capital y la salud de los balances corporativos.
Estrategias y recomendaciones
Para maximizar el potencial de los mercados emergentes, empresas e inversionistas pueden seguir ciertas directrices clave. En primer lugar, es esencial realizar un análisis detallado del entorno político y regulatorio, identificando riesgos inherentes y diseñando planes de mitigación.
En segundo término, la colaboración con socios locales y la inversión en talento del país de destino facilitan la adaptación de productos y servicios a las preferencias del consumidor. La creación de centros de innovación y la implementación de tecnologías digitales robustas aseguran agilidad operativa y mejora continua.
Finalmente, adoptar un enfoque de sostenibilidad a largo plazo, que incluya criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), no solo responde a demandas crecientes del mercado, sino que también favorece la resiliencia frente a cambios regulatorios y expectativas globales.
Visión de futuro y sostenibilidad
La combinación de factores demográficos, tecnológicos y económicos proyecta a los mercados emergentes como el nuevo epicentro de innovación global sostenible. En las próximas décadas, es probable que la mayor parte de las industrias y la población mundial se concentren en estas regiones, desplazando el eje de la riqueza y la inversión hacia el sur y el este.
Asimismo, la urgencia de la descarbonización y la adopción de modelos de economía circular generará un flujo sin precedentes de capital hacia proyectos verdes, movilidad eléctrica y ciudades inteligentes. Aquellas naciones que logren equilibrar el crecimiento con la protección del medio ambiente y la equidad social estarán mejor posicionadas para liderar la economía del futuro.
En definitiva, los mercados emergentes representan un gran salto hacia un crecimiento más inclusivo y sostenible, siempre que los actores involucrados combinen visión estratégica, innovación y compromiso con el desarrollo integral de sus sociedades.