En el entorno económico de finales de 2025, muchos ahorradores conservadores se preguntan si los Bonos del Tesoro siguen siendo una alternativa atractiva. Con la inflación estabilizada alrededor del 2,5-3% y las tasas de interés moderadas tras las subidas de 2022-2023, es fundamental conocer a fondo estos instrumentos antes de decidir invertir.
Qué son y cómo funcionan
Los Bonos del Tesoro son instrumentos de deuda emitidos por el Estado, con plazos intermedios de 2 a 5 años. Cada bono representa un préstamo al Gobierno de España a cambio de pagos de interés periódicos a tipo fijo, llamados cupones.
Al vencimiento, el inversor recupera el valor nominal (normalmente 1.000 € por bono). Para participar, se adquieren múltiplos de ese importe en subastas primarias gestionadas por el Banco de España. Los fondos deben depositarse con antelación en una cuenta específica vinculada al Tesoro.
Rentabilidades actuales y comparación
En la última subasta de Bonos del Tesoro a 3 años (noviembre 2025), el cupón se situó en el 2,212% anual. No obstante, si se adquiere con prima, la rentabilidad real anual baja hacia el 2,7%-2,8%.
Frente a los depósitos a plazo fijo más atractivos del momento, con tasas cercanas al 2,7% TAE y avalados por fondos de garantía europeos, los bonos presentan rendimientos similares. Sin embargo, su horizonte de inmovilización y la mecánica de subasta los distinguen de las imposiciones bancarias.
Comparativa con otros productos de ahorro
Para evaluar la conveniencia, conviene contrastar los Bonos del Tesoro con Letras y Obligaciones del Estado, así como con depósitos:
Mientras las Letras ofrecen alta liquidez y plazo corto, los Bonos equilibran plazo e ingresos periódicos, y las Obligaciones capturan a inversores con horizontes muy largos.
Ventajas y riesgos
- Bajo riesgo crediticio estatal: garantizados por el Gobierno de España.
- ingresos estables y previsibles gracias al cupón anual.
- Acceso desde importes reducidos (1.000 €), ideal para pequeños ahorradores.
- Mayor liquidez que la renta fija privada con plazos equivalentes.
- rentabilidad limitada frente a inflación si esta supera el cupón.
- riesgo de inflación elevado que reduce el poder de compra de intereses.
- riesgo de tipo de interés en caso de venta anticipada.
Cómo adquirir bonos del Tesoro
Para participar en una subasta, el inversor debe:
- Abrir una cuenta en la sección de valores del Banco de España.
- Ingresar los fondos necesarios antes del día de subasta.
- Presentar la orden de compra indicando el importe y el plazo deseado.
- Atender el posible pago de prima sobre el valor nominal.
Tras la adjudicación, los bonos se registran electrónicamente y pueden mantenerse hasta su vencimiento o venderse en el mercado secundario.
Recomendaciones según perfil de inversor
La decisión de invertir en Bonos del Tesoro depende de varios factores:
1. Perfil conservador: para quien prioriza la seguridad y horizonte temporal y perfil fijos, los bonos ofrecen certeza de flujos.
2. Comparación de rentabilidad neta: considere el impacto fiscal (IRPF sobre los cupones) y las comisiones bancarias.
3. Plazo e inflación esperada: si prevé que la tasa de inflación supere el cupón, tal vez convenga diversificar hacia activos indexados o renta variable.
Ejemplo práctico: un inversor compra 5 bonos de 1.000 € a un cupón del 3% y prima del 1,5%, con un coste total de 5.075 € y recibirá 150 € anuales. Su rentabilidad efectiva anual se situará en torno al 2,8%, inferior al 3% nominal pero comparable a depósitos a plazo similar.
Conclusión
Los Bonos del Tesoro siguen siendo una opción sólida para ahorrar con bajo riesgo y fluidez razonable. No obstante, la competencia con depósitos bancarios y la presión inflacionaria requieren una comparación cuidadosa de rentabilidad neta, fiscalidad y necesidades de liquidez.
Para los ahorradores conservadores, integrar estos bonos en una cartera diversificada puede aportar estabilidad y previsibilidad, al tiempo que mantiene recursos disponibles para reajustar estrategia ante cambios de mercado.